Actividades lúdico- recreativa como estrategia para mejorar la convivencia el aula multigrado de 3°, 4°y 5° de La Institución Educativa Técnica Agropecuaria del Vesubio sede Los Mangos

Resumen

El presente estudio se desarrolló en la Institución Educativa Técnica Agropecuaria del Vesubio, sede Los Mangos, con estudiantes de los grados 3°, 4° y 5° del aula multigrado, y tuvo como propósito analizar la incidencia de las actividades lúdico-recreativas en la mejora de la convivencia escolar. Partiendo de la problemática relacionada con conflictos interpersonales, vocabulario inapropiado y dificultades de integración entre niños y niñas de distintas edades, se planteó la pregunta de investigación sobre la posibilidad de promover la sana coexistencia en el aula a través de estrategias lúdicas. El trabajo se orientó bajo un enfoque cualitativo y el paradigma hermenéutico, enmarcado en la Investigación Acción Participativa (IAP), que permitió involucrar a estudiantes, docentes, padres de familia y comunidad en el diagnóstico, diseño, aplicación y evaluación de la propuesta pedagógica. Con fundamento en aportes de Vygotsky sobre la interacción social, la zona de desarrollo próximo y el andamiaje, se diseñaron e implementaron juegos, dinámicas colaborativas y actividades recreativas orientadas a fortalecer la empatía, la comunicación, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos. Los resultados evidenciaron una disminución significativa de conductas negativas, una mayor disposición al trabajo en equipo y un incremento del sentido de pertenencia en el grupo. Asimismo, se observó que los estudiantes reconocieron el valor de la integración, la solidaridad y el respeto mutuo, generando un clima escolar más armónico y saludable. Entre las conclusiones se destaca que las actividades lúdico-recreativas constituyen una estrategia pedagógica eficaz para fomentar la convivencia en contextos multigrado, al tiempo que potencian habilidades socioemocionales esenciales para la vida escolar y comunitaria. Finalmente, se recomienda institucionalizar estas prácticas de manera periódica, capacitar a los docentes en su diseño y ejecución, y vincular de forma activa a las familias y la comunidad para consolidar procesos de convivencia pacífica y colaborativa.